viernes, 27 de septiembre de 2013

El matrimonio y la capa

Oooobvio. Eso lo sabe todo el mundo. "El matrimonio es una institución sagrada entre un hombre y otro hombre usando una capa".

A conciencia. Esa paja de que es una institución sagrada nos lo quieren meter los fundamentalistas religiosos para mantener la prohibición del matrimonio entre personas del mismo sexo.

A estos cabrones se les olvida que esa misma institución era un contrato para unir el patrimonio de dos familias o clanes y en casi todas las oportunidades las mujeres no tenían derecho a opinar, y eran intercambiadas por chivos, animales del corral, dinero o un apellido. Algunas veces, las esposas eran niñas o adolescentes obligadas a casarse con viejos que tenían dinero o poder.

Esa famosa institución fue un contrato que usaron hasta el cansancio a favor de los hombres. Desde que las mujeres se soltaron el moño y no se calan a un trucutú de marido, ha aumentado el número de divorcios.

Parece que la sociedad le permitió a las mujeres salir de sus casas y tener vida profesional, carreras, etc, pero no les ha enseñado a los hombres entrar a los hogares y compartir las tareas domésticas, la crianza de los niños y niñas.

Esa parte de la tarea no se ha hecho. Quizás por eso haya tantos divorcios y los matrimonios no duren, al menos las primeras nupcias.

Yo bromeaba con unos amigos diciéndole que ya ni los heterosexuales se querían casar, ¿para qué lo vamos a hacer nosotros y nosotros, los LGBTI?

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo con tu visión histórica del matrimonio; sin embargo es totalmente discriminatorio que heterosexuales pueden tener la libertad de acceder a esta institución y homosexuales no. Una vez que lxs homosexuales podamos acceder a esta institución, con lo que se garantizaría un ejercicio pleno de igualdad ante la ley, pensemos tanto heterosexuales y homosexuales en otra forma alternativa de unión que sustituya al matrimonio, antes no.
    Acceder al matrimonio es un tema de dignidad humana, igualdad de derechos e igualdad ante la ley, porque el que no nos permitan acceder a ello implica que consideran que nuestras uniones, nuestro amor y nuestro compromiso no son tan válidos y legítimos como de lxs heterosexuales. Además, lxs homosexuales cumplimos con nuestras obligaciones ciudadanas para con el Estado, ¿o acaso por ser lesbiana me exenta de pagar impuestos? Así que si el Estado me exige cumplir con mis obligaciones, yo le exijo que cumpla con su obligación de garantizar mis derechos.
    Por eso en mi país luchamos por conseguir @MatrimonioEC

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  2. Estoy totalmente a favor con
    tu forma de ver el matrimonio,
    pero tanto como los homsexuales
    tienen derecho a ello las personas
    homosexuales también debemos
    tener el mismo derecho, negarnos ese derecho es imponernos a quien
    debemos amar y todos somos libres
    de tomar esa desición. Tengo 16 y en un futu ro cuando me case quiero poder elegir si es con un hombre o con una mujer. Y quiero que el estado me grarantice mi derecho a decidir.
    @_EnBocaDeTantas

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  3. Pamela y Génesis, comparto lo que dicen sobre el derecho a formar una familia y que esa familia cuente con reconocimiento legal. Desde acá pongo mi granito de arena a la lucha que impulsan en Venezuela para conseguir la aprobación del matrimonio civil igualitario.

    Más allá de eso, mantengo mi crítica a la institución, no sólo del matrimonio, sino de esas relaciones personales que reproducen estructuras de poder poco saludables.

    Un fuerte abrazo y sigamos en la lucha

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