“Aquel
muchacho había nacido con dedos en forma de llave. Todos excepto
uno, el meñique de la mano derecha, tenían relieves afilados en el
lado interno, a todo lo largo, y un círculo plano en el extremo.
Estaban hechos de carne, con nervios y poros, pero con una textura
más firme, más dura y contundente. De niño lo pasó mal
aprendiendo a sostener la pluma y a usar las tijeras, pero era
perseverante y se inventó en seguida un método propio. La tarea que
le importaba era encontrar las nueve puertas”.
Este
es el inicio del cuento “El Protagonista” del escritor
estadounidense Aimee Bender. La idea está fumadísima y el final es
genial. El cuento se encuentra en “Generación quemada, una
antología de autores norteamericanos” de la Editorial Siruela. Si
lo ves en la librería, cómpralo. No te vas a arrepentir.
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