martes, 11 de junio de 2013

Gooool contra la homofobia


La noticia inundó las redes sociales de mis panas. En EEUU ya hay un jugador de fútbol profesional abiertamente gay. Se trata de Robbie Rogers, el de la foto.

¿Quién es Robbie Rogers?
Él está jugando fútbol desde muy pequeño. Comenzó a los 4 años. A los 7 años se lo disputaban varias ligas infantiles de Los Angeles, en EEUU. Jugó en la universidad y luego saltó al fútbol profesional. Lo llamaron de Europa y formó parte del equipo británico Leeds, pero Robbie solo duró una temporada.

 

Se sentía agobiado, así que abrió un blog y escribió todo lo que pensaba y sentía. Por esa vía, salió del closet. En ese momento escribió en su bitácora: “El fútbol era mi escape, mi propósito, mi identidad. Escondía mi secreto, me daba más alegrías de las que nunca pude haberme imaginado... Siempre estaré agradecido por mi carrera”.

Aunque no habló de retirarse, es evidente que un entorno tan homofóbico como el deportivo no se lo iba a poner fácil. Salió del equipo británico. No lo contrató ningún club profesional y su manager lo convenció de que volviera a su tierra y jugara en uno de los clubes de Los Angeles.


¿Volver a casa?
Su manager tenía razón. Regresar a Los Angeles fue una buena idea. El equipo Galaxy lo contrató. Se trata del mismo equipo donde jugaba David Beckham, un ícono mundial de moda masculina y metrosexualidad.

Comparto estos dos párrafos de Cecilia Hertrampf. Una crónica que retrata la importancia de ese momento en la historia del fútbol y en la lucha contra la homofobia en el deporte estadounidense.

 

Quedaban apenas 13 minutos para que acabara un partido que, con cuatro goles a cero, el Galaxy ya había ganado ante el Seattle Sounders. Pero el momento histórico para el fútbol aún estaba por llegar. Se fue al banquillo al centrocampista brasileño Juninho y entró en su lugar Robbie Rogers. Ahí comenzaba la gesta en el campo del equipo de Los Ángeles. Tres meses antes, Rogers, 26 años, había abandonado la plantilla del Leeds inglés tras salir públicamente del armario. El domingo debutó en el Galaxy y se convirtió en el primer futbolista abiertamente homosexual en jugar un partido de la liga profesional estadounidense. Y la ovación de los 24.811 espectadores que llenaban el Home Depot Center fue tímida, pero unánime”.

La prensa estadounidense relató el partido como una verdadera hazaña. Robbie Rogers no solo ha hecho historia en el mundo del fútbol, sino también en el panorama general del deporte estadounidense. En las cinco grandes ligas masculinas que existen en el país, jamás un deportista había disputado un encuentro tras salir del armario. A finales de abril, el jugador de baloncesto Jason Collins hizo pública su homosexualidad y se convirtió en el primer atleta en activo en hacerlo, pero la temporada acababa de terminar y el pívot aún no se ha enfrentado al público de un partido”.

No sé ustedes, pero a mí se me aguó el guarapo leyendo los párrafos de arriba.


Día histórico
Alexi Lalas, exdirectivo del Galaxy, comentaba el domingo en la cadena ESPN: “Dentro de muchos años, la gente no recordará el marcador de este encuentro. Pero se acordarán del momento en que ese chico entró al campo. Eso es genial. Es lo importante. Sin duda, esto es más histórico. A lo mejor no es tan grande en términos mediáticos y de atención (a lo que produjo el ingreso de David Beckham). Pero, ¿qué pasa si pensamos en lo que realmente va a trascender?”.


Al día siguiente Robbie declaraba a la prensa: “No paraba de repetirme a mí mismo la palabra normal. Todo esto es normal, normal, normal… pero realmente es más que eso. Estar de vuelta es muy bueno. Estoy muy emocionado de dar este paso adelante. Fue realmente perfecto. Ganamos, que es lo más importante. Mi familia estaba allí, mis amigos. Mis abuelos. He intentado imaginarme este momento todo el tiempo durante este largo viaje. Y finalmente, aquí estoy. Creo que justamente en el lugar preciso”.

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