Homofobia hay en todos lados. La
diferencia la hacen las personas que denuncian, que protestan, que
arman peos. Solo así se logran los cambios, peleando por nuestros
derechos.
La foto de arriba es un ejemplo de
ello. En Chile, grupos religiosos de Temuco lanzaron una campaña
claramente homofóbica. Los carteles como el que ves arriba, asocian
la diversidad sexual con perversiones y desviaciones. Por si fuera
poco, le piden a la gente no votar por los candidatos que apoyen los
derechos de la comunidad LGBTI.
El afiche dice que solamente son
válidas las parejas heterosexuales, las relaciones entre personas
del mismo sexo implican “cambiar la verdad de Dios por la mentira”
y que dichos vínculos constituyen “cosas vergonzosas”,
recibiendo el “pago merecido por su desviación (…) No vote por
ningún político contrario a la palabra de Dios”.
¿Cómo es la vaina?
Nuestros compas del Movimiento de
Integración y Liberación Homosexual (Movilh) no se quedaron
callados y denunciaron esta campaña homofóbica. La Ley Zamudio
prohibe y penaliza este tipo de expresiones discriminatorias.
Comparto varios párrafos del
comunicado de Movilh.
“Este tipo de campañas reflejan un
desprecio profundo por la diversidad social, así como una
manipulación peligrosa y extrema de la realidad que sólo busca
confundir a creyentes para que se sumen a cruzadas de odio”.
“Lamentamos y repudiamos que haciendo
uso del nombre de Dios, estos grupos religiosos hagan
interpretaciones antojadizas y descontextualizadas de la Biblia,
pretendiendo además interferir en el Estado laico”.
"Llamamos a los creyentes a
manifestarse claramente contra este tipo de odiosidad y violencia que
es caldo de cultivo para expresiones brutales de discriminación que
diariamente padecen lesbianas, gays bisexuales y transexuales”.
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