Es
asombroso el poder de la palabra, sobre todo si esa palabra la emite
alguien con influencia. Si los políticos venezolanos entendieran
esto, dejarían de hablar tanto gamelote y comenzarían a hablar de
temas importantes.
Hagamos
un repaso con los gringos
El
demócrata Bill Clinton propuso en su campaña electoral hace
aaaaños, que iba a permitir a los gays y lesbianas estar dentro del
ejército de EEUU. Ganó la presidencia, intentó cumplir esta
promesa, pero sectores conservadores cerraron filas y frenaron el
cambio. El debate y la posición de Clinton ayudó a aumentar la
visibilidad
de la sexodiversidad en los medios de comunicación. Algunos lo
consideraron el presidente más progay de toda la historia de su
país.
De
esa época es la salida del closet de Ellen de Generes. También
llegaron los personajes gays y lésbicos en las series como Dawsons
Creek, Buffy, Will & Grace. Era como si estuviera de moda colocar
a un personaje gay en las series y las películas.
Luego
vino el republicano George Bush con su equipo de fundamentalistas
cristianos homófobos. Todo lo que se había avanzado en términos de
visibilización, desapareció. Las series con personajes gays y
lésbicos fueron cancelados y sacados del aire. Aumentaron los
crímenes de odio. Bush incluso intentó impulsar una enmienda de la
constitución que prohibiera el matrimonio entre personas del mismo
sexo.
Ahora
está Barack Obama. Otra vez un demócrata. Obama ha ido más allá.
Reiteró la oferta electoral de los gays y lesbianas en el ejército,
pero además fue el primer presidente que dijo estar de acuerdo con
la legalización del matrimonio igualitario. Obama ya logró lo del
ejército.
Este
presidente ha participado en actos simbólicos del movimiento LGBT.
Por ejemplo, el día del padre de 2013 invitó a dos papás gays con
su hijo a la tradicional parrillada de la Casa Blanca. De esa manera,
Obama estaba diciendo que ellos también eran padres y eso también
era una familia.
Obama
y The New Yorker
En
medio de esta nueva ola de apertura, la Corte Suprema de EEUU, la
misma que dejó Bush, salvo una jueza de origen latino, anuló una
ley de California que consideraba el matrimonio un privilegio
heterosexual.
Los
editores del The New Yorker sacaron una portada en su versión
digital para celebrar el fallo de la corte. En el fondo se ve un
televisor con los integrantes del máximo tribunal y en primer plano
está una pareja acaramelada. ¿Ya sabes quiénes son?
Son
Epi y Blas, dos personajes de Plaza Sésamo que según los rumores
son una pareja gay. Epi posa la cabeza en el hombro de Blas. La
portada se llama "Momento de felicidad" y fue realizada por
Jack Hunter.
Jack
asegura que "resulta increíble ser testigo de cómo han
evolucionado durante mi vida las actitudes hacia los homosexuales.
Esto es maravilloso para nuestros hijos, un momento que todos podemos
celebrar".
No
es la primera vez que se especula sobre la orientación sexual de Epi
y Blas. En 2011 comenzaron a recoger firmas en Change.org para que
los productores de Plaza Sésamo permitieran casarse a Epy con Blas.
El asunto generó tanta cola que los productores tuvieron que sacar
un comunicado explicando que ellos dos solo eran amigos.
PD:
Ojalá las y los políticos venezolanos entiendan el poder de sus
palabras en el resto de la sociedad. Ojalá hablaran de temas más
importantes y dejaran de lado, al menos por unas horas, la diatriba
política.
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