martes, 6 de agosto de 2013

Arzobispado de República Dominicana es un cerdo xenófobo, racista y homófobo


Este tipo es un cerdo. No le cabe otro calificativo. Antes de leer esta nota, dale play al video y escucha sus declaraciones a un canal de televisión dominicano. Se llama Jesús López Rodríguez y es el arzobispo de Santo Domingo.

Resulta que el nuevo embajador de EEUU en República Dominicana es James "Wally" Brewster, un hombre abiertamente gay. Obama ha hecho lo mismo en España. En su embajada de Madrid está otro hombre abiertamente gay que además tiene pareja.

Bueno, tanto en España como en República Dominicana, los sectores más ultrosos y homofóbicos pegaron el grito al cielo, porque según estos fachos, los maricones no tenemos derecho a ser embajadores ni diplomáticos.

Si sacaran a todos los gays y lesbianas de las cancillerías, se acabarían las relaciones internacionales en el mundo. En serio, la ONU quedaría desierta.

La gota que derramó el vaso
Dicho esto, confieso que lo que colmó mi paciencia no fue lo que dijo del embajador gringo sino de los hatianos. Este cerdo con sotana es el más fiel exponente del racismo y la xenofobia contra el pueblo hatiano.

Ellos conviven en la misma isla, pero los negros, bárbaros y salvajes son los haitianos. Los dominicanos son los blancos, civilizados y descendientes de los españoles. Hay una larga tradición de maltrato y xenofobia contra los haitianos al otro lado de la frontera.

El racismo llega a tal magnitud que si usted nació en República Dominicana, pero sus padres o sus abuelos son haitianos, usted no tiene la nacionalidad dominicana, no tiene identidad, y no puede votar en las elecciones.

A ver si me explico. Su abuelo nació en Haití y cruzó la frontera. Tuvo sus hijos en suelo dominicano, y a su vez sus hijos tuvieron nietos. Bueno, si usted es nieto de un haitiano, no tiene derecho a nada en República Dominicana. A nada. Usted no vota, no va a la escuela, no tiene identidad. No existe.

Y el mamaguevo del arzobispo frente a una cámara de televisión se atreve a decir sin ninguna vergüenza sus comentarios más xenófobos contra los haitianos... y no pasa nada.

Estaba tan indignado cuando escuché sus declaraciones que me provocó escribirle una carta a él y al Vaticano condenando sus declaraciones y exigiendo una respuesta. Para algo debería servir la integración y esto de la Patria Grande. Deberíamos sentir contra nosotrxs, las ofensas que lancen contra el pueblo haitiano. Una vergüenza para los católicos del mundo que tengamos a Jesús López Rodríguez como arzobispo.

En InOutPost puedes leer la nota completa sobre las perlas del arzobispo

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