jueves, 30 de marzo de 2017

“Besémonos, cordero, flor de lana” de María Ángeles Pérez López


Besémonos, cordero, flor de lana,
hagamos, deshagamos la madeja
que va de ombligo a ombligo hasta el comienzo
redondo y empapado de mi vientre,
juguemos a tocarnos como niños.
Prometo no gritar si me embadurnas
la cara y los pezones con el barro
que excretas y alimentas y enrojeces.
No diré que te temo si te escucho
llamarme con voz ronca e imposible
en lengua parecida al esperanto,
no estaré sorprendida de belleza
si te veo tan hermoso cada vez,
haré como si no te conociese,
descubrámonos juntos, iniciemos
el viaje por la noche y sus contornos.
Podemos dibujar sobre la espalda
el mapa del deseo en signos chinos,
que sea la saliva nuestra tinta
para atraer de nuevo a las mareas.
Soñemos sueños de cartografía
orgánica y corpórea en el deshielo.

***
Este poema forma parte del libro Materia reservada de María Ángeles Pérez López. Ella nació en España en 1967. En la actualidad es profesora de literatura hispanoamericana en la Universidad de Salamanca.

Me gustó la sencillez de sus poemas, sus imágenes cotidianas. Nada rebuscado. Es el tipo de poesía que me encanta.

Ella ha publicado “Tratado sobre la geografía del desastre” (1997), “La sola materia” (1998), “Carnalidad del frío” (2000), y “La ausente” (2004). Además ha participado en varias antologías. María Ángeles ganó el Premio Tardor con “La sola materia” y el Premio de Poesía “Ciudad de Badajoz” con “Carnalidad del frío”.

Este poemario es de la editorial pública venezolana El Perro y la Rana y forma parte de la colección Poesía del mundo, Serie Contemporáneos.

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