Este
tipo es un cerdo. No le cabe otro calificativo. Antes de leer esta
nota, dale play al video y escucha sus declaraciones a un canal de
televisión dominicano. Se llama Jesús López Rodríguez y es el
arzobispo de Santo Domingo.
Resulta
que el nuevo embajador de EEUU en República Dominicana es James
"Wally" Brewster, un hombre abiertamente gay. Obama ha
hecho lo mismo en España. En su embajada de Madrid está otro hombre
abiertamente gay que además tiene pareja.
Bueno,
tanto en España como en República Dominicana, los sectores más
ultrosos y homofóbicos pegaron el grito al cielo, porque según
estos fachos, los maricones no tenemos derecho a ser embajadores ni
diplomáticos.
Si
sacaran a todos los gays y lesbianas de las cancillerías, se
acabarían las relaciones internacionales en el mundo. En serio, la
ONU quedaría desierta.
La
gota que derramó el vaso
Dicho
esto, confieso que lo que colmó mi paciencia no fue lo que dijo del
embajador gringo sino de los hatianos. Este cerdo con sotana es el
más fiel exponente del racismo y la xenofobia contra el pueblo
hatiano.
Ellos
conviven en la misma isla, pero los negros, bárbaros y salvajes son
los haitianos. Los dominicanos son los blancos, civilizados y
descendientes de los españoles. Hay una larga tradición de maltrato
y xenofobia contra los haitianos al otro lado de la frontera.
El
racismo llega a tal magnitud que si usted nació en República
Dominicana, pero sus padres o sus abuelos son haitianos, usted no
tiene la nacionalidad dominicana, no tiene identidad, y no puede
votar en las elecciones.
A
ver si me explico. Su abuelo nació en Haití y cruzó la frontera.
Tuvo sus hijos en suelo dominicano, y a su vez sus hijos tuvieron
nietos. Bueno, si usted es nieto de un haitiano, no tiene derecho a
nada en República Dominicana. A nada. Usted no vota, no va a la
escuela, no tiene identidad. No existe.
Y
el mamaguevo del arzobispo frente a una cámara de televisión se
atreve a decir sin ninguna vergüenza sus comentarios más xenófobos
contra los haitianos... y no pasa nada.
Estaba
tan indignado cuando escuché sus declaraciones que me provocó
escribirle una carta a él y al Vaticano condenando sus declaraciones
y exigiendo una respuesta. Para algo debería servir la integración
y esto de la Patria Grande. Deberíamos sentir contra nosotrxs, las
ofensas que lancen contra el pueblo haitiano. Una vergüenza para los
católicos del mundo que tengamos a Jesús López Rodríguez como
arzobispo.
En
InOutPost puedes leer la nota completa sobre las perlas del arzobispo
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