"Lo más fácil y lo más hipócrita en este asunto -afirma Vargas Llosa- es atribuir la muerte de Daniel Zamudio sólo a cuatro bellacos pobres diablos que se llaman neonazis sin probablemente saber siquiera qué es ni qué fue el nazismo. Ellos no son más que la avanzadilla más cruda y repelente de una cultura de antigua tradición que presenta al gay y a la lesbiana como enfermos o depravados".
Sólo en Perú fue asesinada una persona sexodiversa a la semana entre 2006 y 2010. Fueron 249 crímenes de odio, muy pocos llegaron a la prensa. Ninguno tuvo la cobertura del ataque de Daniel. ¿Cuántos Daniel hay en nuestra América mestiza y diversa? ¿Cuántos han sido hostigados, golpeados, expulsado, despedidos, empujados al suicidio, o asesinados sólo por ser sexodiversos?
Vargas Llosa también apunta a los gobiernos progresistas de la región que mantienen un silencio absoluto sobre los colectivos LGBTI. "En lo que se refiere a la homofobia, la izquierda y la derecha se confunden como una sola entidad devastada por el prejuicio y la estupidez. No sólo la Iglesia católica y las sectas evangélicas repudian al homosexual y se oponen con terca insistencia al matrimonio homosexual".
Concluye el escritor y Premio Nobel de Literatura que será largo y difícil el camino para erradicar la homofobia y el machismo de nuestras sociedades... "y probablemente el camino hacia esa liberación quedará regado de muchas otras víctimas semejantes al desdichado Daniel Zamudio. El asunto no es político, sino religioso y cultural. Ellos (los homófobos) son la demostración más elocuente de lo lejos que está todavía buena parte del mundo de la verdadera civilización".
Lee el artículo completo a continuación: La caza del gay
No hay comentarios.:
Publicar un comentario