Este es mi blog. Me llamo Jorge, soy periodista, aprendiz de historiador y requetechavista. Por acá comento noticias sobre diversidad sexual, feminismo, lucha contra el VIH/SIDA, organizaciones LGBTI de la Patria Grande y otras mariqueras. También puedes seguirme por tuiter @BitacoraDSx
jueves, 14 de mayo de 2015
Líneas de encuentro de Francisco Ríos Flores
Este cortometraje lo vi en la segunda edición del Festival de Cine de la Diversidad de Venezuela, el FestDivQ. Se llama Líneas de encuentro y fue realizado por Francisco Ríos Flores.
En la fotografía estuvo Juan Vollmer; en la Postproducción de Imagen Gustavo Troncoso; en la Asistencia de rodaje Pablo Ríos Flores, Gastón Ares, César Herebia y Eduardo Álvarez; y en la Asesoría del Sonido estuvo Murci.
La idea es sencilla. Él tomó el audio de varios mensajes de las líneas de encuentro gay y las montó con imágenes de una ciudad argentina, no sé si era Buenos Aires.
El corto me conmovió.
Me encantó que Francisco contara una historia con tan pocos recursos: imágenes de la ciudad y sonidos de un sitio de ligue gay. Listo. Más nada.
Van sonando los mensajes y ves a gente caminando en la calle. Gente que va al trabajo, al cole, a la universidad ¿Quién habla? ¿Quién es Gustavo, Roberto, José? ¿Es aquel hombre de corbata que camina por la calle? ¿Sus vecinos saben que él usa estas líneas de ligue gay? ¿Está casado? ¿Tiene pareja?
Los mensajes se van intercalando con las instrucciones de la empresa. “Grabá tu mensaje. Si querés escuchar a otros, marcá 1. Si buscás una relación estable, marcá 2”.
Los primeros mensajes son los típicos "Hola, me llamo fulanito, soy así, mido tanto, peso tanto, busco pasivo, busco activo. Abstenerse de tal tipo, etc.". En esos mensajes hay un énfasis en el físico. Es lo mismo que leo en las páginas de encuentro gay por internet.
Vienen nuevamente las instrucciones y te preguntan qué estás buscando: sexo casual, una relación estable, una relación audaz, una relación discreta, amistad, o no sabes.
Y luego escuchamos a un hombre que dice: "Hola, soy Mario, una persona de 62 años, muy solo, muy necesitado de afecto".
El mensaje de Mario me escoñetó.
(…)
Vivimos en ciudades rodeados de gente, y a pesar de eso, nos podemos sentir tan solas y solos.
A partir de ese momento, los mensajes de esta línea telefónica no significan lo mismo. Buscamos sexo, una relación, amigos, poco importa... en el fondo lo que buscamos es el contacto con el otro, el encuentro con el otro, más allá de cómo se traduzca ese contacto.
Alguien usa su buzón de voz para compartir canciones, como si fuese un programa de radio. El mismo espacio donde hace minutos la gente estaba buscando sexo.
"Busco a alguien que me cambie la vida"
"Quiero construir una historia pero me falta alguien"
La ciudad se va apagando. Llega el atardecer. Las calles van quedando vacías. Nadie aparece en las líneas de encuentro. Nadie que llene el vacío, nadie que cumpla los requisitos.
El corto es una metáfora no solo de la comunidad gay, es una metáfora de la forma cómo los seres humanos vivimos las ciudades, la ausencia de contacto con los otros. Es nuestra manera de estar en el mundo.
"Hola busco una persona para compartir los días, los sueños y hacer que los logros valgan la pena".
Llega la noche. Silencio. Las calles están solas.
"No hay nadie conectado. Cortá ahora".
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