"¿Hubo una época
donde las personas gay no podían casarse? pregunta tu nieto en 20
años". Esto es lo que suelo pensar cuando me encuentro con
alguien con argumentos homofóbicos.
En unos cincuenta años,
nuestros nietos y nietas no van a creer que existió una época donde
las mujeres no podían votar, una época donde no permitían que un
negro y una blanca se casaran, una época donde las personas negras
fuesen consideradas menos que animales, una época donde las parejas
del mismo sexo no se podían casar.
Ahora las mujeres pueden
votar ¿quién recuerda a los que se oponían al voto femenino?
¿quiénes recuerdan a los que defendían la esclavitud de los negros
o la separación de las "razas"?
Igualmente llegará una
época donde nadie recuerde a los que se oponían a algo tan
elemental como el hecho de que dos hombres o dos mujeres formaban una
familia y tenían derecho a casarse si eso les hacía felices.
Lo bueno es que el tiempo
es una gran aplanadora, que avanza y si no te mueves a su ritmo, te
aplasta y te deja en el olvido. Así les pasará a muchos homofóbicos
y homofóbicas, serán barridos de la historia, quedarán como polvo
cósmico, y sus ideas serán guardadas en los museos de arquelogías
y no en los libros.
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