En esta nueva edición tenemos dos historias. La primera de Javier Pino, joven venezolano ganador del tercer lugar en el concurso de Cuento “José Santos Urriola” de la Universidad Simón Bolívar con su cuento “El Vals”. En esta oportunidad presentamos el relato breve “El tenía que…” cargado de suspenso y giros inesperados. La segunda historia es “La Cacería” de Carlos Gutiérrez, integrante de Contranatura, un excelente texto que ofrece una visión atractiva de un tipo de cacería urbana subterránea.
El tenía que…
Javier Pino
El cielo estaba nublado, hacía frío y las nubes no dejaban ver ni un rayo de sol. Aún era temprano cuando Alexander despertó; se levantó de su cama y caminó lentamente por el largo pasillo, mientras observaba el apartamento: estaba oscuro, vacío; las miradas de Irina y Evgeni en los pósteres le seguían en el trayecto. Ya en el baño, enjuagó su cara y cepilló sus dientes con la poca pasta que quedaba; al levantar la mirada, vio su rostro reflejado en el espejo e inesperadamente, lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas…
Léelo completo "El tenía que..."
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La Cacería
Carlos Gutiérrez
Ya se veía adentro, haciendo, viendo. Viendo, haciendo.
Pisar desde abajo, en horizontal, desde arriba, lo importante era el tránsito rumbo a la puerta. Lo importante era hacer un registro de vigilantes, personal de limpieza, apostados en defensa.
Subir, bajar o planear rumbo a la puerta.
Oler. Lo más importante era el olor. El indicador era el olor. A veces matizado por la maldición de la higiene. Algunas veces muerto en atentados de cloro, amoníaco artificial o paralizer. Contra la biodiversidad, lamentablemente, mucho podía hacerse. Contra la diversidad, en general, valía todo.
Léelo completo "La Cacería"
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