Este es mi blog. Me llamo Jorge, soy periodista, aprendiz de historiador y requetechavista. Por acá comento noticias sobre diversidad sexual, feminismo, lucha contra el VIH/SIDA, organizaciones LGBTI de la Patria Grande y otras mariqueras. También puedes seguirme por tuiter @BitacoraDSx
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miércoles, 7 de mayo de 2014
¿Por qué admiro a Elisa Jiménez?
No conocí a Elisa Jiménez en persona. Cuando supe de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, Elisa ya había fallecido. Avesa es uno de sus frutos.
Su hija, Mercedes Muñoz, escribió su biografía y Empresas Polar lo editó bajo el título "Elisa Jiménez, una de ellas".
Fue un agradable descubrimiento. El relato comienza en la cuarta Conferencia de Población y Desarrollo de Naciones Unidas en El Cairo en 1994. Tres meses antes, ella había muerto. A pesar de eso, Elisa era "la ausente más presente" en esa reunión de alto nivel.
A contracorriente
Elisa nació en 1935. Conspiró contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez. Se divorció en una época que no era común. Sacó una carrera universitaria luego de ser madre. Dictó talleres a mujeres embarazadas en el Centro de Orientación Familiar de la Maternidad en Caracas, creó Avesa, abrió la primera línea telefónica para atender a mujeres víctimas de violaciones, luchó por la despenalización del aborto en Venezuela.
¿Cómo esta mujer pudo desafiar tantas convenciones sociales y lograr que se hablara de temas tan difíciles y polémicos en esa época?
Mercedes Muñoz nos ayuda a entender de dónde surgió Elisa, cómo fue criada, con qué valores, por qué luchó por sus derechos y nadó contracorriente.
Además, esta obra nos ayuda a conocer una parte de la historia del movimiento de mujeres en Venezuela.
El libro tocó mi fibra interna por tres razones. Acá te las cuento.
1
Mi mamá quedó embarazada a los 24 años. Estaba terminando su carrera, conoció a mi papá, tuvieron relaciones y ¡pluf! me encargaron. No fue planificado.
Ella estaba muy asustada. Estudiaba Trabajo Social en la UCV. Un día fue a los cursos psicoprofilácticos que daban en la Maternidad de Caracas para embarazadas, los mismos que creó Elisa Jiménez.
Mi mamá me cuenta que estaba muy nerviosa y que en la primera sesión lloró más de 40 minutos. Se le acercaron, le ofrecieron agua y la acompañaron en ese momento tan difícil.
Mi mamá me cuenta que después de esa primera sesión se sintió mucho más tranquila. No sé si fue Elisa la que habló con ella, o alguien de su equipo, pero les estoy eternamente agradecido.
Ahí entendí que la mayoría de las ideas que mi madre tenía sobre feminismo y las relaciones entre hombres y mujeres, las había escuchado en esos cursos.
Elisa y mi madre vienen de una generación de mujeres feministas, que no les gustaba llamarse a sí mismas "feministas". Al parecer era un insulto serlo.
Por eso mientras leía el libro, y llegábamos a la experiencia de los talleres en la Maternidad, sentía que las ideas de Elisa seguían vivas en mi madre. Gracias, Elisa, por apoyarla a ella y a tantas mujeres en momentos tan difíciles.
2
Ser gay en una sociedad homofóbica no es sencillo. Se pueden cambiar las leyes, pero eso no es suficiente. A mi juicio, hay que apuntar a la médula. Debemos cambiar los pensum educativos y lograr que se incluya la diversidad sexual como opciones de vida válidas para los seres humanos.
Por eso, me entusiasmé cuando supe que había una Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa, que impulsaba varios temas, uno de ellos, el respeto a la diversidad humana.
3
El tercer punto que me tocó fue su despedida.
Cuando estaba en el último año de bachillerato, unos amigos y yo sacamos un periódico estudiantil.
Al final de ese periodo, yo quedé agotado por ese proyecto, había perdido a la mayoría de mis amigos y me preguntaba si había valido la pena tanto esfuerzo.
Por eso, me sentí muy identificado con Elisa. Ella creó Avesa con un grupo de amigas feministas. Fue un proyecto pionero, innovador, pero llegó un punto en que el grupo de amigas se distanció, por diferencias internas, y Elisa se quedó sola.
Debió ser muy duro para Elisa, luego de tanto trabajo, pensar que había que escoger entre tus amigas y un proyecto de vida.
Veo las fotos de los últimos años de Elisa y percibo una profunda rabia y tristeza en su mirada. ¿Habrá valido la pena? ¿tanto esfuerzo? ¿tanto trabajo? ¿y no tener a tus compañeras de sueño contigo para disfrutarlo y celebrarlo?
Ella murió de cáncer el 30 de mayo de 1994. Ese día perdimos todas y todos.
...
Si quieres conocer la vida de una latinoamericana que ayudó a derribar barreras en una época difícil, tienes que leer la biografía de Elisa Jiménez. No es solo la historia de una mujer sino del movimiento de mujeres que exigió los mismos derechos que disfrutaban los hombres. Gracias, Mercedes, por este relato tan valioso.
PD: La nota sobre Avesa lo hice cuando trabajaba en el diario venezolano Últimas Noticias.
Jorge, me has conmovido hasta los tuétanos con tu artículo en el Blog, así como lo hiciste con el artículo que publicaste hace un tiempo en Últimas Noticias, no sabía que tu mamá se había preparado para el parto en la Maternidad y que había sido amiga de mi mamá. Muchas gracias por tus palabras, también es una satisfacción saber que disfrutaste del libro que escribí sobre su vida, y la mía también en realidad. Mamá cumple 20 años de fallecida este 30 de mayo, y este es un maravilloso regalo que me haces en estos días en que la he recordado tanto ¡Gracias! Mercedes Muñoz
ResponderBorrarMercedes, gracias por tus palabras. Me alegra saber que te gustó mi comentario.
ResponderBorrarMi mamá no fue amiga de Elisa. Sólo acudió a uno de estos cursos que daban y la ayudaron muchísimo. No sé si la atendió tu mamá u otra persona de su equipo. Quien haya sido, la ayudó muchísimo.
Tu libro es hermoso. No solo reconstruyes la vida de tu mamá sino de una parte del movimiento de mujeres venezolano. Eso es necesario.
Tal cual. Este año se cumplen 20 años de la desaparición de Elisa y además 20 años de la Conferencia del Cairo. Le propondré a algunas/os de mis compañeras/os de la radio para hacer un programa sobre Elisa y Avesa.
Gracias nuevamente a ti, por tu libro y por seguir el trabajo de Avesa.
Te mando un fuerte abrazo
Jorge