Hoy se presenta en Francia el proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. El texto será presentado ante el consejo de ministros del gobierno galo. Así lo anunció el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault.
La idea es sencilla. Buscan reformar el Código Civil para cambiar la definición de matrimonio. De aprobarse, el matrimonio será "contraído por dos personas, del mismo o de distinto sexo". La reforma otorgará los mismos derechos a las parejas gays o lesbianas, incluido el derecho a la adopción.
Esto me gustó. Los colectivos LGBTI franceses no se conforman con esta reforma y le piden al gobierno ir más allá. Piden hacer reformas legislativas en todas las leyes y códigos vigentes que mantengan la discriminación por orientación sexual e identidad de género.
Y como era de esperarse la derecha francesa ya sacó las garras. Una serie de alcaldes anunciarib que usarán su derecho de objeción de conciencia para no tener que casar a parejas gays y lesbianas. La jerarquía católica también ha lanzado una campaña contra esta potencial legalización del matrimonio igualitario.
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